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Penúltimo día de travesía y lo empezamos en un bar que lleva siendo lugar de encuentro en la Florida desde 1977, El Marcial.

Un desayuno cargado de jamón serrano, pero también uno fuera de nuestra Segunda residencia. Rodeadas por el murmullo de gente del barrio nos preparamos para aterrizar y reflexionar sobre el cierre de esta experiencia. Es hora de anclar los ejes conceptuales que giran en torno a las acciones realizadas y a la instalación pública que realizaremos.

Después de los diversos recorridos, tapas, cafés, encuentros y visitas a entidades, las tres vemos con claridad una cosa: el método más potente es el que aúna las voces de la comunidad de La Florida, sus vecinos y vecinas, ellos son la memoria viva de este territorio.

Hoy hemos vuelto a trazar el camino recorrido, parándonos en nuestros puntos cardinales de observación para definir como plasmar todo lo que estas calles y su gente nos han aportado estos días. A partir de lo anterior nos preguntamos, ¿ Realmente alguien puede definir las múltiples identidades que coexisten en La Florida ?, ¿ Cuál es el sentir del barrio ?

Podríamos concluir que existen tantas identidades como formas de sentir sus calles y plazas. Precisamente, La Florida solo se puede definir a través de las múltiples identidades y voces de su gente, no existe una mirada única cuando pensamos en ella como un espacio de encuentro y reconocimiento.

Esta fase de la aventura está por acabar, pero nos ilusiona pensar que realmente solo acaba de empezar. Ya hemos decidido que una vez que Andrea comience el proceso de producción seguiremos teniendo encuentros y acompañándonos en este viaje cósmico.